EL INFIERNO O EL CIELO

¿A CUAL IRAS?

[Dr. John E. Danish, Th.D., Berean Memorial Church, Irving, Texas

www.berean-church.org]:

LA GRAN PREOCUPACION

No es ni más ni menos que natural preguntarse en cuanto a qué realmente sucede con una persona después de que muere. Tarde o temprano la muerte recoge a todos. Cuando uno cierra sus ojos en la murete, ¿es el fin del estado consciente y de la existencia para uno? Si no, ¿en cuál clase de existencia entra, y quién está por allá? ¿Hay un Dios vivo, personal y santo con quien uno tiene que enfrentarse? ¿Hay un cielo de alegría exuberante y un infierno de sufrimiento agudísimo que duran por toda la eternidad? Si es verdad que los hay, ¿qué es lo que determina a cuál lugar entra uno? ¿Cómo se puede llegar a saber las respuestas a preguntas como éstas, que tienen una importancia tan enorme? Esta es una preocupación razonable y exige una fuente verídica de información que proporcione la contestación. Ningún ser humano puede permitirse el lujo de estar equivocado sobre las condiciones que rigen más allá de la tumba y la eternidad que sigue.

UNA SUPOSICION MIOPE

Los que son inteligentes y lógicos en la mayor parte de las áreas de la vida por una razón rara persuponen que cualquier sistema religioso en que nacieron tiene la verdad acerca de Dios y de la vida después de la muerte. Asombrosamente, las personas raras veces hacen caso de verificar para sí mismas la base de las convicciones religoisas que tienen. Si hay vida después de la muerte en el cielo o en el infierno, ¿cómo podemos saber lo que Dios requiere de nosotros para que alcancemos a la vida eterna en el cielo? ¿Quién puede dar respuesta a una pregunta tan crucial con sus consecuencias eternas e irrevocables? De todos los sistemas religiosos de este mundo, antagónicos y competidores, ¿cuál, con toda seguridad, habla por Dios? Estar equivocado sobre esta cuestión es destinarse a una eternidad en la agonía y sufrimiento del Lago de Fuego. Entonces, ¿cómo decidimos lo que es la verdad en los asuntos espirituales?

LO QUE PIENSAN LOS HOMBRES, LO QUE PIENSA DIOS

Se puede clasificar todays las ideas de las religiones del mundo moderno su punto de partido. Toda religión tiene como comienzo un punto de vista humano o un punto de vista divino. El punto de vista humano es lo que los hombres, por su razonamiento natural, suponen que es la verdad en cuanto a cómo llegar al cielo y escaparse del castigo eterno en el infierno. Los hombres comparten estas opiniones los unos con los otros como si fueran la verdad que no admite ninguna duda. Hasta el punto que enteras denominaciones religiosas muchas veces basan sus enseñanzas en nada más que ideas que son del punto de vista humano heredadas de sus antepasados. En cambio, el punto de vista divino tiene su base en una autoridad más allá del que la capacidad natural del hombre para razonar y más allá del consenso general. Todo eso queda revelado en la Biblia, la Palabra de Dios. La Biblia es la única fuente del punto de vista divino en el mundo sobre la cuestión de cómo ir al cielo después de la muerte. Sobre este asunto vital el punto de vista humano radicalmente contradice el punto de vista divino revelado en la Biblia. El destino eterno de uno es determinado por lo que dice Dios, no por lo que deciden los hombres en cuanto a cómo se debe poder entrar al cielo.

COMO ALCANZAR IR AL CIELO POR EL CAMINO BIBLICO

La Biblia contiene malas noticias de parte de Dios para cada persona nacida en la raza humana. Primero, la Biblia afirma que toda persona es un ser pecador. Dios dice así: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Esto quiere decir que toda persona ha quebrantado las leyes morales de Dios, las cuales prohiben tales cosas como robar, mentir, cometer adulterio, codiciar, asesinar, y desobedecer a sus padres. Hay algunos que han desobediecido el código moral de Dios menos que otros, pero la verdad es que todos lo han violado y por ende todos son culpables y destinados al infierno. No hay ninguno que alcance hasta lo que la Biblia llama la "gloria de Dios" o sea la perfección moral. Esta cualidad es necesaria para entrar al cielo. Por muy bien que uno se comporte o por mucho que uno se esfuerce, nunca puede alcanzar hasta la norma de la justicia perfecta. Por eso tal persona queda excluida del cielo. Es una mala noticia, pero es la verdad.

La segunda mala noticia revelada por Dios en la Biblia es que el castigo por el pecado es muerte. Dios dice: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eternal en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23). Puesto que todos han pecado, todos han merecido la muerte, la que es el sufrimineto consciente de la separación de Dios en el infierno. No existe absolutamente nada que ninguna persona pueda hacer para quitarse esta pena divina de muerte, aunque es cierto que muchos, sin éxito, tratan de hacerlo. ¡De veras ésa es una noticia mala!

No obstante, la Biblia contiene unas noticias muy buenas de parte de Dios para los pecadores moralmente culpables. Primero, la Biblia, la Palabra de Dios, dice que Jesucristo murió en el lugar del pecador. "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5:8). Ya que nosotros como pecadores culpables no pudimos hacer nada para pagar nuestra culpa moral, Dios mismo pagó la pena de muerte por nosotros por medio del sacrificio en la cruz de Su Hijo Jesucristo, el Dios-Hombre sin pecado. Esto completamente satisfizo la justicia de Dios que demanda la pena de muerte por nuestros pecados. Es como si una persona sana tomara en su propio cuerpo la enfermedad fatal de otro para que el enfermo pudiera vivir mientras que la sana muriera en su lugar. De la misma manera el Señor Jesucristo, quien no tenía pecado, tomó en Sí mismo el cáncer de nuestro pecado y sufrió la muerte en la cruz como nuestro substituto. Después de pagar la pena de muerte por nuestros pecados, Jesucristo resucitó de entre los muertos porque no tenía ninguna culpa moral de Su propis cuenta. Puesto que la justicia de Dios contra nosotros fue satisfecha, la muerte no pudo retener a Jesús en la tumba. ¡Esto de veras son buenas noticias!

La segunda buena noticia de Dios en la Biblia es que todos ahora pueden recibir la vida eterna en el cielo como una dádiva de Dios por sólo poner su fe en Cristo Jesús como su Salvador personal. La Biblia dice: "Porque por gracia sois salvos [habéis sido salvos, VHA] por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-9). La salvación viene solamente por medio de la fe en Cristo Jesús. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Puesto que todo pecado humano ha sido pagado por el Hijo de Dios, Jesucristo, en la cruz, Dios Padre puede darle vida eterna en el cielo como un regalo sin condiciones a todo aquel que la recibe por fe en Su Hijo. La fe significa confiar solamente en Cristo Jesús para ser salvo del infierno. La fe quiere decir creer lo que Dios ha dicho sobre el ser recibido en el cielo por medio de Su Hijo Jesucristo quien ha pagado completamente por todos nuestros pecados. Creer en el Señor Jesús para ser salvo es semejante a poner la confianza en una silla para sostenerle cuando uno se sienta en ella. Tienes confianza en ella, que no va a dejar de sostenerte; por eso te sientas en alla.

UNA MEZCLA FATAL

Poner tu fe solamente en Jesucristo para la salvacíon también significa no agregar ningunas obras humanas para ayudar a pagar por tu pecado. Las obras como el bautismo en agua, hacerse miembro de una iglesia, rezar, tener buena conducta moral, tener obras de caridad, hacer penitencia, participar de los sacramentos, o practicar ritos religiosos - - según la Biblia ninguna de estas cosas son necesarias para la salvación. Si uno trata de añadir cualquier obra humana como los antes mencionados al pago por el pecado efectuado por Jesuscristo, Dios no puede conceder la salvación, pues ésta es puramente como una dádiva de Su gracia. Puesto que la gracia es el único medio por el cual El salva a una persona, agregar algunas de estas obras indica que el pecador queda perdido y destinado al infierno, por sinceo que sea. Si hemos de recibir la salvación como un don no merecido, dado por Dios, nuestras buenas obras no pueden ser añadidas a la gracia de Dios. Es por eso que la Biblia dice así: 'Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia' (Romanos 4:4-5). También leemos: 'Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia' (Romanos 11:6).

Hay muchos hoy día que creen o esperan llegar al cielo después de su muerte, pero no van a llegar. Han agregado alguna obra humana a la muerte de Jesucristo para consequir el favor de Dios para ser salvos. La paga de Jesucristo por las pecados del mundo es una obra completa que nunca será repetida. El pecador no necesita añadir nada a eso ni puede. La Biblia revela esto muy claramente. 'Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu' (1 Pedro 3:18). Así es que cualquier esfuerzo para sacrificar a Jesucristo otra vez por el pecado en una ceremonia es blasfemia. En verdad cualquier esfuerzo para agregar unas buenas obras humanas al sacrificio de Cristo es un insulto a la gracia de Dios. El dará la salvación solamente como un regalo de Su gracia, o de ninguna manera la dará. Uno no puede mezclar la gracia de Dios y sus propias obras y a la vez llegar al cielo. Si esto es lo que estás haciendo en tu religión, debes saber que estás en un camino que conduce al infierno. La justicia de Dios no te permitirá entrar al cielo sobre esa base.

UNA PUERTA ESTRECHA Y UN CAMINO ANGOSTO

Uno de los conceptos erróneos más comunes y más peligrosos del punto de vista humano es que existen varios caminos para conseguir una entrada en el cielo. Es una idea comúnmente mantenida de que todas las distintas religiones, iglesias y denominaciones están subiendo a la montaña por distintas veredas pero que finalmente todas llegarán a la cumbre, el cielo. Se hace la objectón de que no puede haber solamente un camino para llegar al cielo; de otro modo la mayor parte de la raza humana, con sus diferentes planes de salvación que están opuestos unos a los otros, no lograría llegar. El punto de vista humano encuentra inconcebible que la mayor parte de la humanidad encontrará como su destino final el infierno. Por cierto, la mayoría de las personas del mundo no dependen del plan bíblico de la salvación, el que dice que solamente por Jesucristo llega el pecador al cielo. Sin embargo, la idea de que hay una variedad de caminos para entra al cielo es absolutamente condenada en la Biblia como totalmente falsa. Dios ha proporcionado únicamente un camino para ir el cielo.

El Señor Jesucristo mismo aclaró esto enfáticamente cuando dijo: 'Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan' (Mateo 7:13-14). Jesús identifica la puerta estrecha de la vida eternal como El Mismo. 'Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará y saldrá, y hallará pastos' (Juan 10:9). También dice que El Mismo es el camino angosto que lleva al cielo. 'Jésus le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi' (Juan 14:6). La mayoría de las personas, dice Jesús, van a perder esta puerta estrecha y el camino angosta que lleva al cielo. En vez de aceptar lo que Dios ha revelado, escogen entrar por la puerta ancha y esguir por el camino espacioso, simples invenciones de la razón humana arrogante.

En efecto el plan de salvación confeccionado por el punto de vista humano dice que cualquier camino sinceramente seguido será aceptado por Dios. No obstante, el Señor Jesús dice que un plan de salvación basado en una puerta ancha y en un camino espacioso conducirá a la persona a la destrucción eterna en el infierno. La mayor parte de la raza humana se encuentra en el camino espacioso que lleva al Lago de Fuego. Sólo el plan bíblico de la salvación por la gracia, por medio de la fe en Jesucristo, es el camino correct. 'Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entr Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo' (1 Timoteo 2:5-6). Sólo unos posoc seguirán el camino de Dios para llegar al cielo. ¿Por qué no eres tú uno de los que lo hacen?

¿ES LA BIBLIA VERDADERA EN SU TOTALIDAD?

Si una persona va a depender totalmente de lo que la Biblia enseña en cuanto al futuro eterno después de la muerte, es imperativo verificar que la Biblia es de veras un libro digno de confianza como una fuente de información de Dios. La Biblia fue escrita por unos cuarenta autores durante un período de 1.500 años. Hace el reclamo que estos hombres fueron guiados por Dios el Espíritu Santo cuando escribían para preservarles de escribir cualquier cosa que no fuera la verdad. Así es que la Biblia es un libro producido por el poder sobrenatural de Dios, y es única en el sentido de que es inerrante: totalmente libre de todo error o falsedad alguna. Esto, por supuesto, es esencial si la Biblia ha de ser la autoridad final sobre lo de cómo llegar al cielo. Un libro que es verdadero en parte y falso en parte tendría que depender de la razón humana para distinguir entre las dos cosas. No sería digno de confianza, y las conclusiones sujetivas que serían deducidas serían distintas -- cada persona llegando a su propia conclusión. Si Dios es omnipotente y tiene el propósito de comunicar Su punto de vista divino con la humanidad, no ha tenido problema alguno en producir un libro perfecto que no tiene necesidad de ser redactoado por los seres humanos que son pecaminosos y finitos. Con toda seguridad se puede decir que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios y no la palabra del hombre, y por ende es absolutamente digna de confianza.

FUENTE DE INFORMACION

La Biblia afirma que el contenido de cada uno de los sesenta y seis libros vino de Dios a los autores humanos mediante la inspiracíon divina. Esta verdad es indicada en 2 Timoteo 3:16 en la siguiente aseveración: "Toda la Escritura es inspirada por Dios" La palabra "inspirada" en la lengua griega, en la cual las Escrituras del Nuevo Testamento fueron escritas, significa "respirada por Dios." Esto indica que lo que los escritores de la Biblia escribieron fue exhalado en sus mentes por Dios mismo. Ellos no inventaron la materia por su propia cuenta. Lo que la Biblia enseña les fue revelado por Dios y por eso es que es la verdad desde el punto de vista de Dios, la cual es la única verdad. Por eso se puede decir que la Biblia no es meramente un record de las experiencias religiosas y los ideales de algunos autores humanos falibles. Es verdaderamente la Palabra de Dios porque Dios Mismo es el autor. El plan de salvación que la Biblia presenta es el único plan aceptable a Dios.

LOS MEDIOS DE TRANSMISION

La Biblia explica que después de que Dios les había dado a los autores humanos la información para comunicar en los libros de la Biblia, Dios el Espíritu Santo guiaba a los escritores mientras escribían sus libros. En 2 Pedro 1:21 se nos dice que "santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." En el idoma griego la palabra aquí traducida "siendo inspirados" quiere decir "ser llevados" como un barco de vela es llevado por el viento. De esta manera los autores humanos de las Escrituras no solamente recibieron su información de Dios, sino que también fueron guiados al escribir estas revelaciones para que no escribieran ninguna falsedad. Estos escritores no estaban funcionando meramente bajo su propia habilidad humana, la cual era propensa a escribir ol erróneo tanto como la verdad. Aunque cada escritor escribió con su propio vocabulario y estilo literario, cuando fue completado su libro, era una expresión perfecta de la mente de Dios. Por eso la Biblia reclama correctamente ser inspirada por Dios con referencia a toda palabra escrita y todo lo que dice. Es la única fuente de información digna de confianza, accesible para la humanidad, que nos revela cómo llegar al cielo.

PRUEBAS DE QUE LA BIBLIA ES INSPIRADA POR DIOS

La Biblia afirma ser inspirada por Dios y por lo tanto es sin error en todo lo que enseña. Uno podría preguntar, "¿Por qué se debe creer la afirmación de la Biblia, que posee la verdad absoluta?" Se podría contestar, "Porque la Biblia es inspirada y por eso es absolutamente la verdad en lo que reclama." Hay algunos que creen que razonar así es razonar en un círculo. ¿Podemos estar realmente seguros del reclamo bíblico de la inspiración de tal modo que podamos depender de la Biblia con plena confianza, que nos guiará a la vida eterna en el cielo? ¿Alguna persona jamás ha comprobado que la Biblia contiene una falsedad o un error?

La integridad de la Biblia es firmenmente manifestada por el hecho de su unidad y consistencia en su mensaje, aunque fue producida por un período de muchos siglos por muchos autores distintos. En algunos casos estos hombres ni siquiera habían leído los libros de los otros autores. Sin embargo, a pesar a estas condiciones, no hay ningunas contradicciones en la Biblia. Esto no es la verdad en cuanto a ninguno de los escritos sagrados de las religiones del mundo, aun cuando fueron escritos por una sola persona. Este es un hecho verídico únicamente de la Biblia, porque es el único libro sagrado autorizado por Dios. Sólo El fue el autor, y como Dios, no puede contradecirse a Sí mismo.

Otra evidencia bien clara que confirma el reclamo de la Biblia de ser inspirada divinamente es el cumplimiento de las profecías reveladas en la Biblia. Como veinticinco por ciento de la Biblia es profecía. La mayor parte de estas predicciones ya han sido cumplidas; además, siempre se han cumplido literal y precisamente en cada detalle. Muchas de estas predicciones bíblicas que se han cumplido tuvieron que ver con cosas que fueron pronosticadas siglos en el futuro, de tal modo que no pudieron ser adivinaciones afortunadas de corto plazo ni cosas llevadas a cabo humanamente por el profeta mismo.

SOLAMENTE DIOS CONOCE EL FUTURO

En Su Biblia Dios claramente declara Su poder exclusivo para predicir eventos futuros porque sólo El puede hacerlos acontecer. Hablando por Isaías el profeta Dios dice así: "Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que no aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero" (Isaías 46:9-10). Además Dios señala que la habilidad de predecir los eventos futuros con una precisión detallada es la evidencia suprema que la Deidad es el que habla y no un autor meramente humano y finito. Por eso el Dios vivo que es el Dios Creador echa un reto a los que reclaman tener poderes divinos cuando dice así: "Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses" (Isaías 41:22-23a).

La profecía en la Biblia ha sido diseñada por Dios para comprobar que la Biblia es una comunicación de información verdadera de Dios al hombre. Solamente el Dios omnisciente puede afirmar lo que va a suceder en el futuro con la precisión total cada vez. Los hombres ni siquiera pueden hacer predicciones de corto plazo con precisión, sin mencionar las que tratan de los eventos que pasarían varios siglos en el futuro, como hace la Biblia. Las declaraciones proféticas de la Biblia comprueban el hecho de que es un libro sobrenatural en su origen y no es el producto solamente del hombre. En verdad la Biblia es la Palabra misma de Dios.

LA PREDICCION DE DIOS SOBRE TIRO

Uno de los ejemplos de la profecía bíblica que comprueba el origen sobrenatural de la Biblia es el juicio de Dios pronunciado hace 2.500 años contra la antigua ciudad de Tiro que estaba por el Mar Mediterráneo. Dios le reveló al profeta Ezequiel que la ciudad pecaminosa sería destruida por una serie de naciones invasoras y que el mismo sitio de la ciudad sería barrido hasta ser como una peña lisa. "Y demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus torres; y barreré de ella hasta su polvo, y la dejaré como una peña lisa. Tendedero de redes será en medio del mar, porque yo he hablado, dice Jehová el Señor; y será saqueada por las naciones (Ezequiel 26:4-5)." "Nunca más serás edificada; porque yo Jehová he hablado, dice Jehová el Señor" (Ezequiel 26:14b).

Dieciseis años después de la profecía de Ezequiel el Rey Nabucodonosor de Babilonia saqueó y destruyó la ciudad de Tiro, dejándola como un montón de cascajos. Entonces, 250 años más tarde, el conquistador macedonio Alejandro Magno arrasó los escombros de Tiro en el mar para construir una carretera que unía a Tiro con la tierra firme. El sitio de la Tiro antigua fue dejado una roca desnuda y es usado hoy día por los pescadores para secar sus redes exactamente como la Biblia había predicho. Tiro nunca se ha reconstruido en su sitio antiguo. Hace veinticinco siglos Dios pronosticó en la Biblia la historia futura de Tiro. Todo se ha cumplido en detalle. ¡Las probabilidades de que todos estos detalles profetizados se hayan cumplido han sido calculadas como a aproximadamente una entre 75.000.000! De veras la Biblia es la Palabra de Dios; no es la palabra de un hombre haciendo adivinaciones afortundadas y registrando las opiniones de la razón meramente humana.

EL TRANSCURSO DE LA HISTORIA DEL MUNDO

Otro ejemplo de la profecía bíblica viene del autor del libro del Antiguo Testamento, Daniel, quien vivió en el sexto siglo antes de Cristo. Dios le reveló al profeta Daniel el progreso futuro de los imperios del mundo, desde su propia época en adelante. Daniel vivió durante el tiempo cuando Babilonia dominaba el mundo. Bajo la inspiración divina, Daniel describió tres imperios mundiales que iban a seguir después del imperio babilónico. Como iban pasando los siglos, estos imperios fueron el medopersa, el griego y el romano. Daniel escribió con una precisión exacta en todos los detalles, hasta predicir que el imperio romano sería dividido en dos partes, la oriental y la occidental.

Hay otras muchas predicciones en el libro de Daniel, las cuales se han cumplido precisamente; y hay otras que están por cumplirse en el futuro. El Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, confirmó la veracidad del libro de Daniel por citar de él y por llamar a Daniel un "profeta" (Mateo 24:15).

PROFECIAS DE LA BIBLIA ACERRCA DE JESUCRISTO

Una de las evidencias más convincentes del origen sobrenatural de la Biblia son las predicciones que contiene acerca de Jesucristo, el Salvador de los hombres. Se hicieron éstas muchos siglos antes de su cumplimiento, así es que no hay posibilidad de que un ser humano de su propia cuenta haya podido hacer predicciones tan precisas y con tantos detalles. La información del autor tuvo que haber venido de Dios que todo lo sabe y que la ha registrado sin error en la Biblia.

El Lugar de Su Nacimiento

Setecientos años antes del nacimiento de Jesucristo el profeta Miqueas, bajo la dirección divina, predijo el lugar del futuro nacimiento de Jesús. Miqueas escribió así": "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días dela eternidad" (Miqueas 5:2). El Nuevo Testamento indica que esta profecía concerniente el lugar del nacimiento del Salvador divino, Jesucristo, se cumplió precisamente como 700 años más tarde. Aunque su madre María y su esposo José vivían en Nazaret, en el norte de Palestina, un edicto del gobierno romano exigió que viajaran al sur hasta Belén, donde nació Jesús en un establo. "Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes,..." (Mateo 2:1a). El Rey Herodes les preguntó a los sacerdotes judíos dónde nacería el prometido Mesías Salvador. Le dieron respuesta por citar el profeta Miqueas: "Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta" (Mateo 2:5).

Su Nacimiento Virginal

El hecho de que el Mesías Salvador nacería de una virgen fue predicho por el profeta Isaías 700 años antes de que ocurriera. "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel" (Isaías 7:14). El Nuevo Testamento 700 años más tarde relata el cumplimiento de esta profecía. El ángel Gabriel le dice a la virgen María que ella va a dar a luz un hijo que sería el verdadero Dios en forma humana. La respuesta de María fue que puesto que no era casada y era una virgen, no podía concebir un niño. "Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón" (Lucas 1:34). El ángel le dijo que su concepción sería un acto sobrenatural de Dios y que ella daría a luz al Dios-Hombre Jesús, y esto es exactamente lo que pasó. "Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales..." (Lucas 2:7a). Así fue que lo que el profeta Isaías había predicho hacía 700 años por la inspiración divina fue cumplido precisamente. El Nuevo Testamento dice así: "Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, a llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros" (Mateo 1:21-23). Con toda seguridad, la Biblia es el libro de Dios, que revela verdadera información.

Su Sufrimiento

La naturaleza del sufrimiento que iba a padecer el futuro Salvador, fue descrita por Isaías el profeta con 700 años de anterioridad: el Salvador iba a ser ejecutado en una cruz para pagar por los pecados del mundo. "Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos" (Isaías 50:6). El cumplimiento de esta predicción se encuentra escrito 700 años más tarde, en el Nuevo Testamento: "Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban" (Mateo 26:67). La crucifixión de Jesucristo se describe en detalle en el Salmo 22 mil años antes de que haya acontecido. La crucifixión no era un método de ejecución practicada por los judíos, pero sería usada contra Jesús por los romanos. El Salmo describe con precisión la tensión física y el dolor producidos por la crucifixión aunque el autor judío no conocía tal método de ejecución. El Salmo también describe el sufrimiento mental que Jesús sufriría cuando llevaría en su cuerpo, colgado en la cruz, el castigo de los pecados del mundo.

El Salmo 22 predijo las mismas palabras que el impecable Dios-Hombre pronunciaría en Su agonía en la cruz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Salmo 22:1). El cumplimiento de esta profecía fue contado 1000 años más tarde en el Nuevo Testamento en el Evangelio de Mateo: "Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mió, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mateo 27:46).

El Salmo 22 profetizó que los clavos horadarían las manos y los pies de Jesús y que los soldados romanos echarían suertes sobre Su ropa. "Horadaron mis manos y mis pies" (Salmos 22:16c). "Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes" (Salmos 22:18). El cumplimento de esta profecía está escrito en el Nuevo Testamento: "Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes" (Juan 19:23-24).

LA AUTORIDFAD FINAL

Así es que repetidas veces la Biblia ha comprobado su origen sobrenatural por sus predicciones del futuro. Estas nunca han fallado en cumplir en sus detalles más intrínsicos. Además, la Biblia no contiene ningún error histórico, geográfico o científico. Cada vez que ha habido acusaciones específicas contra la exactitud total de la Biblia, siempre con el tiempo se han encontrado faltos de fundamento. Repetidas veces la arqueología ha hecho descubrimientos que han confirmado la veracidad absoluta de la Biblia. Nunca se ha descubierto nada que claramente la contradiga. Ni uno solo de los otros libros sagrados de los hombres que reclaman hablar por Dios pueden reclamar ser sin error. Todos contienen unos errores humanos que han tenido que ser corregidos en ediciones subsecuentes. Solamente la Biblia, entonces, puede reclamar ser el mensaje de Dios para la humanidad. Es la última palabra sobre las cuestiones pertenecientes a la relación del hombre con Dios y a la vida eterna en el cielo después de la muerte. Ninguna religión, organización eclesiástica, o líder religioso puede determinar cómo un pecador culpable pueda ser perdonado por un Dios santo para ser aceptado en el cielo. Sólo Dios puede dar respuesta a esta pregunta, y El lo ha hecho claramente en Su Biblia inerrante. Lo que cualquier persona cree tocante a cómo ir al cielo debe venir solamente de la Biblia si uno ha de tener seguridad absoluta de que tiene el plan correcto.

Esto está subrayado en la historia que Jesús relató acerca del rico y Lázaro en Lucas 16:19-31. Los dos se murieron y sus almas vivas fueron a su debido destino eterno. Puesto que el rico era un incrédulo, fue al Hades. Allí experimentó inmediatamente los tormentos de las llamas de fuego. Lázaro era uno nacido de nuevo espiritualmente, por eso entró inmediatamente en el Paraíso, gozando de una felicidad total. El rico le rogó al patriarca Abraham que mandara a Lázaro para que le trajera una gota de agua para refrescar su lengua abrasada y quemada. Le fue dicho, sin embargo, que esto no era posible porque un abismo lo tenía eternamente separado de Dios y Su pueblo. Luego el rico pidió que Lázaro fuese enviado de nuevo a la tierra para amonestar a los cinco hermanos del rico acerca de la realidad del infierno y de su necesidad de nacer de nuevo por la fe en el Salvador de Dios. No quería que sus hermanos se reunieran con él en las agonías eternas del infierno.

Abraham respondió por acordar al rico que sus hermanos tenían la Biblia para ser amonestados del in infierno y para ser dirigidos al camino de la salvación. "Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; oíganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se pesuadirán aunque alguno se levantare de los muertos" (Lucas 16:29-31). Por los siglos ha habido millones de gentes escépticas que han repetido la experiencia del rico al descubrir después de morir lo correcto de la Biblia con referencia al castigo en el infierno y a la salvación solamente por la gracia de Dios. Solamente la Biblia puede decirnos del único camino verdadero para ir al cielo. No hay otra autoridad en el mundo que pueda hablar por Dios sobre esta cuestión.

AHORA TU DEBES DECIDIR

Este folleto ha tratado de explicar lo que la Biblia inerrante revela en cuanto a cómo ir al cielo. La clave de la vida eterna en el cielo es la fe salvadora en el Cordero de Dios, Jesucristo, quien fue sacrificado en la cruz como la paga por nuestros pecados. La fe que salva a una persona y que resulta en la vida eterna en el cielo comprende tres cosas.

Primeramente, uno tiene que tener una comprensión de lo que es el evangelio de la gracia de Dios: el evangelio o las buenas noticias que nos dicen que Cristo Jesús mujrió para pagar por nuestros pecados y fue resucitado de entre los muertos (1 Corintios 15:3-4).

Ahora tú tienes este conocimiento. La segunda cosa comprendida en ejercer la fe salvadora es una aceptación mental de la verdad del evangelio. Esto es una decisión perwsonal de creer que la Biblia da un mensaje verdadero tocante a cómo ir al cielo. ¿Crees tú que el evangelio que has recibido es la verdad? La tercera cosa exigida en la fe salvadora es recibir a Jesucristo como tu Salvador único y suficiente. Debes estar dispuesto a encomendarte a El solo para la salvación sin contaminar esto por añadir ninguna obra humana. ¿Has creído personalmente o has puesto toda tu confianza en Cristo Jesús?

Se puede ilustrar estas tres cosas comprendidas en la fe salvadora por imaginarse cuatro personas que se encaran con la muerte en un barco que se está hundiendo en alta mar. Su única esperanza de ser salvas de la muerte es la lancha salvavidas que está a bordo. La primera persona ni sabe que hay una lancha salvavivas disponsbile, por eso baja a una sepultura de agua y se pierde en el mar. Le faltaba conocimiento como uno que no sabe del evangelio. La segunda persona sabe de la lancha salvavidas, pero no cree que flote, por eso no se aprovecha de ella y también se pierde en alta mar. No tenía una aceptación mental de la confiabilidad de la lancha salvavidas; es semejante a uno que no cree en la eficacia del evangelio bíblico de la salvación por la gracia aparte de las obras humanas. La tercera persona sabe de la lancha salvavidas, y cree que es marinero y confiable; pero por una razón u otra no toma la decisión de subir a bordo. Ella también es perdida en alta mar. No toma las medidas necesarias para salvarse, como la persona que no quiere entregarse sólo a Jesucristo para llegar al cielo. El cuarto sabe de la lancha salvavidas, cree que es confiable, y lo demuestra por subir a bordo, y se salva en la alta mar. Es como el que sabe del evangelio, lo acepta como verdadero, y luego se entrega a Jesucristo para ser salvo. Espiritualmente nace de nuevo, tiene perdonados todos sus pecados - - pasados, presentes y futuros - -, tiene la perfecta justicia de Dios atribuida a él, y es irrevocablemente destinado a pasar la eternidad en el cielo con Dios. ¿Has subido a la lancha salvavidas de la salvación que es Cristo Jesús, por medio de una fe salvadora? En vista de las consecuencias, ¿puedes permitirte el lujo de no hacerlo?

Cuando uno pone su fe en Jeuscristo para salvarle del infierno y llevarlo al cielo, tiene acreditada a él la perfecta justicia de Dios. Por esta razón Dios Padre ve al pecador que ha creído en Cristo como una persona tan perfecta y santa como Su Hijo Jesús. Nuestra culpa moral se cambia por la justicia de Cristo. La Biblia dice: "Al que no conoció pecado (Dios-Hijo, el Señor Jesucristo), por nosotros lo hizo pecado (Dios-Padre), para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2 Corintios 5:21). Así es que la persona llega a ser, en los ojos de Dios, moralmente perfeta, como Cristo Jesús, y de esta manera está calificada completamente para entrar en el cielo.

LA SEGURIDAD ETERNA

Una vez que uno ha nacido de nuevo para ser hijo de Dios en la famlia de Dios, nunca jamás puede perder su salvación. El Señor Jesucristo dijo así: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de Mi Padre" (Juan 10:27-29). Puesto que la salvación es totalmente la obra de Dios, sin ninguna contribución del pecador, la obra nunca puede echarse a perder ni neutralizarse por el hombre. La persona que no está segura de llegar al cielo y que no puede decir más que, "Yo espero llegar, " con toda probabilidad está perdida y va para el infierno. La actitud de incertidumbre revela que la persona está dependiendo de algo que ella misma tenga que hacer para ser salva, y no está segura si haya hecho suficiente. ¡Qué consuelo es saber que Dios nos lo ha hecho todo por medio de Su Hijo Jesucristo? No hacemos más que recibir la salvación como una dádiva de Dios quien nunca tendrá que volverla a tomar por causa de algo que nosotros podamos hacer para destruiria.

La permanencia de la salvación, una vez que se ha obtenido, se indica también por compararla en la Biblia con el nacimiento que hace a uno físicamente el hijo de sus padres. El nacimiento no se puede revocar de modo que uno deje de ser su hijo. Jesús describió la salvación como un nacimiento espiritual al responder a una pregunta hecha por un principal religioso que sa llamba Nicodemo. "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (John 3:3). Cuando uno ha nacido de nuevo espiritualmente y ha llegado a ser un hijo de Dios, no puede dejar de ser Su hijo. Dios castigará a Sus hijos por su desobediencia, pero permanecen hijos suyos para siempre. El proceso del nacimiento espiritual es irevocable.

EL GRAN ENGAÑO

A través de los siglos Satanás ha engañado a muchísimos millones de seres humanos para que pongan su esperanza en cuanto al destino eterno en un plan fraudulento para ser salvos. Estas personas se veían a sí en relaciones correctas con Dios y creían que llegarían al cielo. El Señor Jesús en la Biblia dio aviso que esto no tomaría lugar para los que no tendrían más que un plan del punto de vista humano. "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:21-23).

Obviamente estas personas tenían una religión que tenía algo que ver con Jesucristo. De veras le llamaban "Señor" y Le alababan. Ciertamente echaban fuera demonios de algunas personas, y hacían milagros en Su nombre. Pero no confiaban solamente en Cristo para su propia salvación. Añadían sus propias buenas obras y ritos religiosos para "ganar méritos" con Dios. Así es que tenían religión, pero no tenían parentezco con el Señor Jesucristo. Las cosas impresionantes que estaban haciendo en su religión, las efectuaban por medio del poder de Satanás, no por el de Dios. ¡Qué palabras tan horribles y espantosas de rechazamiento: el oir, cuando uno esté ante Jesucristo después de la muerte, y saber que no hay segunda oportunidad para ser salvo! ¡Qué agonía se sentirá! -- y ¡qué lágrimas se derramarán cuando la persona sincera pero engañada sea echada para siempre y siempre al infierno, al Lago de Fuego! ¡Y todo porque no buscó la respuesta en cuanto a cómo llegar al cielo en el único lugar que la tenía, en la Biblia, la Palabra de Dios!

La guía del punto de vista humano, sea por parte de un sacerdote, un predicador, una iglesia o una denominación, te costará mucho - - y por toda la eternidad. Compara lo que dicen ellos con lo que enseña la Biblia (como lo que hemos demostrado) en cuanto a la salvación. Pablo y Silas "dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa" (Hechos 16:31). "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Juan 3:36). "Estas cosas os he escrito a vostros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:13).

TOMANDO EL PASO DE FE

La decisión de poner tu fe en el Señor Jesucristo como tu Salvador personal es una cosa muy privada entre tú y Dios. No hay necesidad de un acto público como pasar al frente en un templo respondiendo a una invitación o levantar la mano para indicar una oración para ser salvo. Invitaciones como éstas han confundido a un número incontable de personas sinceras que han buscado la salvación, pensando que su movimiento público fue un paso necesario para ser salvo. En lugar de confiar en Cristo como su Salvador, llegaron a ser miembros de una iglesia, pero quedaban todavía perdidos y en el camino para el infierno.

Si estás dispuesto a poner tu fe en Cristo Jesús para llegar al cielo, y quieres recibirlo como tu Salvador, tal vez quisieras decírselo a Dios Padre en estas palabras -- o en tus propias palabras.

"Querido Dios, yo reconozco que soy pecador y estoy muerto espiritualmente. Creo que Tu Hijo Jesucristo murió para pagar mis pecados y luego resucitó de entre los muertos para darme la vida eterna. Ahora pongo mi fe en El como mi Salvador personal. Gracias por el perdón de mis pecados, por darme Tu perfecta justicia y por la vida eterna en el cielo contigo. Te amo. En el nombre de Jesucristo, Amén."